15 trucos para cuidar tu línea

“Este año voy a alimentarme mejor”, “A partir de enero, comeré menos y me moveré más”… ¿Has vuelto a hacerte estos propósitos? Casi siempre son el primero que nos hacemos al comenzar el año, pero también son los primeros en incumplirse…

Si esta vez te has comprometido (¡pero en serio!) a hacerlos realidad, estas son las claves que te van a ayudar a conseguirlo.

1. Deja de creer en los supuestos “milagros”

Es un hecho que se repite año tras año: más de la mitad de los españoles que van a iniciar una dieta en estos primeros meses del año para quitarse de encima los kilos acumulados tras las comilonas navideñas, lo harán por cuenta propia. Si no se cuenta con el adecuado asesoramiento médico, es fácil caer en la trampa de dietas supuestamente “milagrosas” y de productos aparentemente “infalibles” (por muy naturales que sean), que si bien es cierto que pueden hacernos perder peso en poco tiempo, el precio que pagamos a cambio es demasiado alto: pueden alterar de manera muy importante la salud, dado que todas ellas son claramente desequilibradas y no nos aportan los nutrientes que nuestro organismo requiere para funcionar bien.

Si necesitas adelgazar, hazlo con cabeza: la única fórmula que de verdad funciona es cambiar de hábitos alimentarios y de estilo de vida.

2. Organiza los menús para que sean equilibrados

Una dieta para adelgazar, aunque sea menos calórica, debe ser también equilibrada. Buena parte de ese equilibrio está en la proporción de hidratos de carbono, proteínas y grasas que tomemos:

  • Los carbohidratos, nuestra principal fuente de energía, deben suponer el 50-55% de tu menú diario. Los más saludables (los de absorción lenta, que el cuerpo va aprovechando poco a poco) nos los aportan alimentos como las legumbres, los cereales integrales (pan, pasta, arroz), las verduras y las frutas.
  • Las proteínas deben aportar un 15-20% del total. Se encuentran en pescados y mariscos, carnes magras, huevos y lácteos (mejor desnatados).
  • Las grasas tienen que representar el 30% de las calorías diarias. Se recomienda ingerir las denominadas “grasas buenas” (monoinsaturadas, como el aceite de oliva y el aguacate, los ácidos grasos omega 3 de los pescados azules y de los frutos secos, y las poliinsaturadas presentes en el aceite de girasol o de maíz).

Planificar tus menús significa pensar con antelación qué platos vas a preparar, procurando mantener estas proporciones de nutrientes a lo largo del día. Tardarás menos en hacer la compra, porque la harás “a tiro hecho” y sin olvidarte denada.

3. Come en plato de postre

Ya sabes que la vista está muy relacionada con el apetito. Si te sirves una ración en un plato pequeño, te parecerá más comida que si te sirves la misma cantidad en un plato grande. Esta sensación te proporcionará cierta sensación de saciedad y te ayudará a mantener bajo control la ansiedad por la comida.

Para controlar cuánto comes, igual de importante será que te sirvas tu ración en la cocina y no tener la fuente de comida en la mesa. Así evitarás la tentación de comer de más.

4. Mide tus propias raciones

El mejor instrumento para calcular las raciones de alimentos que tienes que tomar es tu propia mano.

  • Una ración de carne o pescado mide lo mismo que la palma de tu mano. El grosor máximo será el de tu dedo meñique.
  • Una ración de verduras es la que cabe en las dos palmas de tus manos.
  • Una ración de pan de barra equivale a cuatro dedos de ancho.
  • Una ración de frutos secos es la cantidad que cabe en el cuenco de tu mano.

5. Consume solo las calorías que vayas a “gastar”

Si tu actividad física es intensa, dentro de unos límites puedes permitirte comer más cantidad u optar por alimentos más calóricos que si te mueves tirando a poco.

Si un día has comido más de lo que debes, oblígate a hacer más ejercicio para compensarlo. Ten en cuenta que las calorías que no “quemas” se acumulan en el organismo en forma de grasa.

6. El primer plato, siempre ligero

Si necesitas adelgazar, el primer plato debe ser siempre poco calórico y saciante, como una sopa, verduras a la plancha o una ensalada. De segundo, escoge un alimento rico en hidratos de carbono combinado con otro alto en proteínas, como, por ejemplo, salmón al horno con un poco de pasta o carne a la plancha con puré de patatas. También puedes hacerlo al revés: de primero los hidratos, y de segundo las proteínas.

Si vas a tomar un guiso completo con legumbres y verduras acompañadas de un poco de carne o pescado, tendrás todos los nutrientes necesarios en un único plato. Tomar después un segundo puede ser un exceso de calorías para tu cuerpo.

7. Elige carnes magras

Desde el punto de vista nutricional, las carnes con un contenido en grasa menor al 10% se consideran magras o bajas en grasa. Es el caso del pollo, el pavo, el conejo, algunas partes de la ternera y del cerdo, como el jamón o el lomo.

El pollo sin piel es la carne que menos calorías aporta (en torno a 120 calorías por cada 100 gramos). Si lo tomamos con piel, aporta 166 calorías. Las carnes magras deben consumirse dos veces a la semana, mientras que las carnes rojas, por ser más grasas, deben tomarse solo de forma ocasional (una vez a la semana).

8. Prepara ensaladas variadas y apetitosas

Esta preparación tan fresca es fácil de combinar, se prepara en un santiamén, se puede tomar casi en cualquier parte y, además, nos ayuda a mantenernos en un peso saludable.

Las ensaladas son un cóctel completo de vitaminas y minerales, nos ayudan a regular la función intestinal y si las elaboras de manera sencilla (lechuga, tomate, zanahoria, pimiento, remolacha, espárragos…) y sin cargarlas de alimentos más energéticos, aportan pocas calorías.

9. Apuesta por el azul

Para perder peso, los expertos en nutrición recomiendan comer más pescado que carne (al menos, de tres a cuatro raciones a la semana), por su esencial contenido en nutrientes y por ser bajo en calorías. El pescado aporta nutrientes tan importantes como proteínas, calcio, minerales, vitamina D y yodo. Concretamente los pescados azules (atún, sardina, boquerón, salmón, jurel, pez espada, caballa, palometa…) además son una fuente excepcional de ácidos grasos omega 3, que previenen las enfermedades cardiovasculares.

10. Tus dulces premios

De vez en cuando, puedes permitirte un dulce si has conseguido mantener el equilibrio en tu alimentación de manera regular. Los caseros son mucho más sanos y nutritivos. Los productos industriales ricos en azúcar contienen abundantes grasas perjudiciales y su valor nutritivo es escaso, por que se consideran fuentes de calorías “vacías” (no alimentan, pero sí hacen engordar).

11. Toma pan, preferiblemente integral

A diferencia del pan refinado, el integral conserva ciertas partes importantísimas del cereal que no pasan por el proceso de refinamiento (el salvado, donde reside la mayor parte de fibra y vitaminas del grupo B; el endospermo, donde residen los hidratos de carbono y las proteínas y el germen, con vitaminas del grupo B, E, oligoelementos y fitoquímicos).

Esta composición tan completa tiene probados beneficios como aliviar el estreñimiento, prevenir el cáncer de colon, ayudar a los diabéticos al tener un índice glucémico inferior, disminuir el colesterol “malo” y producir sensación de saciedad.

12. Sirve fruta fresca en la mesa

Si la pereza puede contigo a la hora de tomar fruta, prepárala de manera que te resulte más apetecible: en macedonia, en brochetas o simplemente pelada y cortada. Si la tomas de postre, póntelo fácil: tenla a mano y a la vista en la mesa, no esperes a ir a por ella a la cocina después de terminar de comer. Así serás más conciente de que tienes que reservarle “hueco”.

Por si hace falta, te recordamos algunos de los beneficios de las frutas: son ricas en antioxidantes, tienen un alto contenido en agua, son bajas en grasas, ricas en fibra, tienen un gran poder diurético, son fuente de vitaminas y minerales. Y además hay una gran variedad a lo largo de todo el año y se adaptan a todo tipo de platos.

13. Agua, agua y más agua

El agua debe ser tu bebida principal. Toma de seis a ocho vasos cada día (de medio litro a dos litros diarios). Si te cuesta tomarla fuera de las comidas, aficiónate a las infusiones (¿has comprobado en el supermercado la enorme cantidad que hay?). Los zumos naturales también son una manera estupenda de darle agua al organismo.

Dentro de una alimentación mediterránea, variada y equilibrada, se puede incluir un consumo moderado de vino o cerveza (de dos a tres vasos al día los hombres; entre uno y dos las mujeres).

14. Evita los “picoteos” muy calóricos

A media mañana o por la tarde es normal sentir algo de hambre. Aunque tengas que adelgazar, no elimines esta ingesta, al contrario: los expertos en nutrición recomiendan hacer cinco o seis pequeñas comidas al día en vez de solo comer y cenar abundantemente.

Para matar el gusanillo entre horas sin riesgo de que el “picoteo” se te vaya directamente al michelín, cambia las malas elecciones (patatas fritas, bocadillos de embutido, bollos…) por otras más saludables, como una pieza de fruta, un lácteo desnatado, una infusión, tres o cuatro galletas sencillas o unos biscotes integrales con una loncha de jamón de York o pavo.

15. Y mientras cocinas, ¡controla el apetito!

¿Eres de los que dicen: “Después de cocinar, no tengo hambre”? Desde luego, es lógico que se te vaya el apetito antes de sentarte a la mesa si mientras estás cocinando “picoteas” de cada cacerola y, de paso, de cada ingrediente que sacas de la nevera. ¡Que tengas que probar el punto de sal o de cocción del guiso no es ninguna excusa!

Cuidado especial debes tener con esas pequeñas “tentaciones” que tienes a mano en la cocina, como patatas fritas, queso curado, embutido, pan o lo que quedó de la cena de ayer. Si no quieres comer dos veces –y meterte en el cuerpo el doble de calorías–, haz todo lo posible para controlar tu apetito.

¿Comemos fuera?

Sí, en los restaurantes también puedes pedir ensaladas, verduras a la plancha, carnes bajas en grasa, pescados y frutas. ¿Quién ha dicho que salir de vez en cuando a comer fuera de casa esté reñido con llevar una alimentación sana? todo dependerá de tu fuerza de voluntad y de tu mesura al darle la comanda al camarero.

Aunque a los más pequeños de la casa prefieran los restaurantes de comida rápida (y no suelen ser ellos los únicos…), alternadlos con establecimientos preferentemente de comida española mediterránea y modera tus visitas a los bufets. Y más consejos que es bueno recordar: el pan es para acompañar (¡no para devorarlo antes del primer plato y luego pedir más!), cuidado con los refrescos (son muy calóricos), no te excedas con los entrantes, pide que te sirvan las salsas aparte, no repitas y opta por un postre sano.


Tomado de: www.saludybellezausa.com

Mamas tubulares: ¿qué son y por qué tienen esa peculiar forma?

¿Alguna vez te han preocupado tus pechos? Porque no son simétricos, porque uno es más grande que el otro, porque tus pezones son diferentes al resto… O porque la forma de tus senos (o uno de ellos) se asemeja a la de un tubo. Antes que nada vamos a dejar algo claro: todos los casos anteriores son normales. Tus tetas también lo son. Y lo que les ocurre tiene un nombre: ¿has oído hablar de las mamas tubulares o pechos tuberosos?

Hace poco estábamos cotilleando Instagram y nos topamos con un post de Moderna de Pueblo que nos hizo detenernos a observarlo. Solemos ser fans de sus ilustraciones, pero esta en concreto nos llamó la atención porque habla de tetas. Las normaliza, más bien. Y reivindica su diversidad, porque no hay dos pechos iguales. Asimétricos, caídos, separados, con pelo o sin el, con pezones de tamaños tan variados como sus colores o mamas tubulares. Y de estas últimas son de las que queremos hablar en esta ocasión, porque a pesar de ser algo completamente normal, puede generar complejos en muchas mujeres. De hecho algunas ni siquiera conocen que ese es el nombre que describe sus senos.

Menos mal que hoy en día contamos con personas que dan visibilidad a este tema e invitan a hablar de ello de manera pública, que es como en realidad se desestigmatiza un tabú. Y eso es lo que hacen desde Teta & Teta, una plataforma que reivindica la libertad femenina a través de la creatividad y el activismo. En su cuenta de Instagram dedicaron un post completo a hablar sobre las mamas tubulares y su recepción fue increíble: cientos de comentarios de chicas que se sentían identificadas, contando su propia experiencia y compartiendo sus opiniones.

Por eso hemos querido ahondar un poquito más en este tema y contribuir a la causa: vamos a hablar de tetas, en concreto, de tetas tubulares.

¿Qué son las mamas tubulares o pechos tuberosos?

Se trata de una malformación mamaria no hereditaria que se desarrolla durante la pubertad. Se caracterizan por tener una forma irregular: los pechos no son simétricos, cada uno suele tener un tamaño y altura diferente, y (el rasgo que les otorga su nombre) en lugar de crecer redondos, crecen hacia abajo, como con forma de tubo. “Según la medicina no son un riesgo para la salud, pero no es cierto: suelen dañar gravemente la autoestima”, apuntan desde Teta&Teta”.

Y es por eso que muchas mujeres suelen pasar por quirófano para corregirlas, ya que es la única manera de hacerlo. Sin embargo, “como no es una operación que cubre la Seguridad Social, salvo en casos muy excepcionales, no todas pueden. Hay desesperación”, explican desde la plataforma. “El tabú de las mamas tubulares es tan grande que dicen que muchas mujeres las tienen y no lo saben. ¿Importa? En cualquier caso, son un tabú, un tetabú, otro tetabú”.

¿Qué tipos de mamas tubulares hay?

Hay diversos grados de mamas tubulares, algunas más inclinadas, otras menos. Y en general se suelen clasificar en cuatro diferentes dependiendo del volumen y su piel. Pero para quienes se estén preguntando ‘cómo saber si tengo pechos tubulares’, los expertos los relacionan con ciertas características comunes: areolas grandes que sobresalen, diferencia de volumen entre un seno y otro, un surco mamario muy reducido (la zona que está justo por debajo de la teta) o ambos pechos presentan una importante separación entre sí (el canalillo).

¿Por qué mis pechos son así?

Nos sorprendió leer algunos testimonios de chicas que contaban cómo se han sentido culpables durante años por tener pechos tuberosos. Pero es algo que no depende de ti: no aparecen porque no te hayas alimentado bien, ni por no haber acertado con tu talla de sujetador correcta. Tampoco por haber dormido mucho tiempo sobre el costado del pecho tubular en concreto.

Todas estas razones no tienen ningún tipo de fundamento y, por supuesto, tú no tienes la culpa de que tus pechos sean como son. Las mamas tubulares no se suelen asociar a ningún otro problema médico. Simplemente se han desarrollado así.

Si te preocupa el tema, la cirugía puede ser sin duda una solución. Pero recuerda que lo importante es que tu pecho esté sano y tu mente también. Por eso no pases nunca por alto tus revisiones médicas ni tampoco descuides tu salud mental: aunque todas las tetas son normales, si las tuyas te acomplejan en exceso, buscar ayuda psicológica es una buena opción.


Tomado de: www.notiantioquia.com

Un cuerpo moldeado y atlético, así es la Lipomarcación, dice el cirujano Daniel Andres Correa Posada

También es conocida como lipolisis en alta definición o marcación abdominal, no es un tratamiento para la obesidad pero sí es un procedimiento que ayuda a mantener la figura.

La Lipomarcación moldea tu figura haciéndola ver atlética, se la practican hombres y mujeres que después de realizarse una liposucción generalmente, desean obtener su abdomen marcado.

“Cabe resaltar que el abdomen de la mujer y el hombre son diferentes y por eso, en ellas se hacen marcaciones correspondientes al cuerpo de cada género, por lo general, un hombre se hace los cuadritos y las mujeres se deben marcar la línea media y las líneas laterales, haciendo ver el abdomen natural y femenino”. Explica el doctor Daniel Correa, Director de la Clínica Especialista de El Poblado en la ciudad de Medellín.

Para realizarse esta cirugía debe tener un cuerpo moldeado, es por esto que la mayoría de las personas deben realizarse primero una liposucción.

“Como cualquier cirugía los resultados no solo dependen del cirujano, sino también de los cuidados del paciente quien debe seguir todas las recomendaciones que nosotros como cirujanos y profesionales les hacemos” comenta el doctor Daniel Andres Correa Posada.

Estos son algunos de los testimonios de pacientes de la Clínica Especialistas del Poblado donde su gerente, el doctor Daniel Andres Correa Posada, nos cuenta que quedan muy satisfechas por el profesionalismo y la calidad de las cirugías.


Tomado de: www.saludyestetica.com.co

ANTES Y DESPUÉS DE LAS BOLAS DE BICHAT, LA OPERACIÓN DE LAS INFLUENCERS

Quitarse las bolas de Bichat está de moda. El auge de una operación estética en pandemia, la bichectomía, que bate récords en Instagram.

Salta la notica, las redes sociales están llenas, y cada vez más, de fotos del antes y después de celebridades supuestamente operadas de las bolas de Bichat.

Pómulos ultraesculpidos que baten récord de selfies. Una cirugía que cobra un protagonismo sin precedente, a pesar de que exista desde hace décadas.La bichectomia es perfecta para personas con el rostro muy redondo que deseen lucirlo más afilado, mostrando así un efecto óptico de delgadez.

Está de moda sobre todo entre las jóvenes de entre 20 a 25 años, las cuales deciden extirpar las bolsas de tejido graso de las mejillas, con un fin que pudiera considerarse banal, atender a los cánones de los filtros de las redes sociales.

Ya anunciada como una de las operaciones más demandadas para 2020 con anterioridad a la pandemia, ni siquiera la crisis del Covid-19 ha frenado su auge.

En concreto, la bichectomia es la cirugía estética que adelgaza la cara y resalta los pómulos. Eliminar la grasa de las mejillas (bolas de Bichat) para resultar más fotogénico es una tendencia en auge. Es perfecta para personas con el rostro muy redondo que deseen lucirlo más afilado, mostrando así un efecto óptico de delgadez. Una intervención de carácter menor, que dura aproximadamente 40 minutos y de recuperación inmediata.

Por su posición, las bolas de Bichat, entre la mejilla y el tercio inferior del rostro, engordan la cara y la hacen, a la vista, poco armónica.

Ya en 2017, 7 de cada 10 menores de 35 años admitían estar demasiado pendiente de su físico por culpa de Instagram. Y si hablamos de influencers, con miles de seguidores en sus cuentas, la cifra es aún mayor, lo que les ha llevado a todos ellos y desde hace unos años a solicitar técnicas estéticas como la rinoplastia, la blefaroplastia o los retoques para marcar pómulos y definir el perfil.


Tomado de: www.365noticiasmedellin.com

Tight Sculpting, último tratamiento para unos brazos firmes y tonificados

Cristina Álvarez presenta este tratamiento que se realiza gracias al láser Fotona 4D, actuando tanto en las capas más superficiales como en las más profundas de la piel que consigue reducir, remodelar y reafirmar la piel.

La parte posterior del brazo, la que corresponde concretamente al tríceps, sufre, sobre todo a partir de los 40, un descolgamiento al que vulgarmente se le conoce como ‘ala de murciélago’.

“El problema añadido con los brazos es que es difícil de modelar, incluso con los cambios de peso, al contrario de lo que pasa con zonas más agradecidas como es la parte del abdomen o incluso de las caderas. El brazo es la parte más difícil de tonificar, y aunque es más acusado en la edad adulta, a los jóvenes también les ocurre”, indica Cristina Álvarez, experta en estética y cofundadora de los centros que toman su nombre.

Tight Sculpting: tratamiento que reduce, remodela y reafirma la piel

Esta novedad une remodelación y reafirmación de la piel a través de una técnica no invasiva. Se realiza gracias a la nueva y avanzada tecnología del láser Fotona, primer tratamiento no invasivo que consigue en una misma sesión trabajar a un nivel profundo, reduciendo la grasa subcutánea, y a nivel superficial, regenerando el colágeno y reafirmando la piel.

Su funcionamiento se basa en varias longitudes de onda que se aplican de forma conjunta para poder actuar tanto en las capas más superficiales, hasta las estructuras medias e intermedias de la piel y pudiendo alcanzar las capas más profundas.Para complementar al tratamiento es fundamental optar por una dieta equilibrada, realizar ejercicio y aplicar cremas reafirmantes.

Incorpora también el scanner Matrix View, gracias al cual se consigue garantizar la eficacia y el control de los tratamientos. El láser trabaja con una única longitud de onda dual para esculpir y estirar la piel de, en este caso concreto, los brazos.

Para completar los resultados obtenidos con el tratamiento, es indispensable el papel que juega la alimentación. Incluir alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, e incluir mucha proteína, es fundamental para nutrir y dar firmeza a la piel y la musculatura.

También es importante realizar ejercicio físico e incorporar una rutina de ejercicios focalizados en el músculo del tríceps que nos ayuden a luchar contra esa flacidez, que con el tiempo puede volver a aparecer.


Tomado de: www.eldiariodelpacifico.com