Reducción de pecho: cuando tenerlos demasiado grandes es un problema

Cuando el tamaño de los pechos es demasiado grande, puede tener consecuencias negativas sobre la salud de la mujer. A lo largo de los últimos años este tema ha dejado de ser tabú, ya que hasta hace relativamente poco estaba mucho más normalizado que una mujer se aumentara el pecho que se lo redujera a pesar de que lo primero es principalmente por motivos estéticos y lo segundo por salud. En este artículo te lo explicamos todo acerca de la reducción de pecho.

¿Pechos pequeños o grandes?

Muchas mujeres sienten frustración y hasta un sentimiento de fracaso cuando se miran al espejo y notan que sus pechos son demasiado pequeños. Esto es por culpa de los estándares de belleza que tanto están marcando a la sociedad de hoy en día. Este sentimiento ha llevado a muchísimas mujeres a pasar por quirófano para aumentar tallas. De la misma manera, hay muchas mujeres que han pasado por la sala de operaciones para reducir el tamaño de sus pechos. Sin embargo, los motivos de estas mujeres son otros, principalmente la salud física.

Con esto no queremos afirmar que un motivo sea más válido que otro, sino que queremos nombrar ambos problemas sin tabús porque forman parte de la sociedad y no hay que avergonzarse de ello.

Motivos para recurrir a una reducción de pecho

Las mujeres que deciden reducir el tamaño de sus pechos lo hacen por dos motivos que están, en parte, relacionados. Uno de estos motivos es que creen que sus pechos y su cuerpo no están proporcionados y se sienten incómodas. El otro motivo, relacionado directamente con este, es que les provoca problemas de salud.

Problemas de salud más frecuentes por los que hacerse una reducción de pecho

Uno de los problemas más comunes en las mujeres que tienen el pecho demasiado grande es el dolor de espalda. Este dolor viene provocado por una mala postura y por problemas nerviosos crónicos. Además, el peso de los pechos puede dañar la columna vertebral y puede producir una comprensión de los nervios. Este dolor puede reducirse o eliminarse temporalmente con antiinflamatorios, pero no es una solución a largo plazo.

También se ha detectado que las mujeres que tienen los pechos demasiado grandes sufren en esta zona del cuerpo más rozaduras a causa del calor y el sudor, que hacen que la piel sea mucho más vulnerable a lesiones. Es decir, unos pechos grandes hacen que la piel sea más propensa a padecer infecciones, irritaciones y excoriaciones.

Y, finalmente, aunque muchas mujeres se sienten incomprendidas en esta parte, también es muy común el malestar emocional. Está muy generalizado que una mujer se sienta mal porque tiene los pechos pequeños, pero no que se sienta mal porque los tiene grandes. Sin embargo, tanto una situación como la otra pueden afectar psicológicamente a una mujer.

¿Cuándo recurrir a una cirugía?

Cuando el tamaño de los pechos afecta directamente a la salud física y mental de una mujer, es momento de valorar la opción de pasar por quirófano.

Un médico puede recomendar una reducción de pecho cuando la mujer tiene las mamas caídas y con estrías; cuando les produce dolor crónico y tienen sarpullidos e irritación en la piel; cuando limita la actividad y cuando les baja la autoestima.

Cirugía para reducir el tamaño del pecho

Este tipo de operación no se aconseja a una adolescente, ya que sus pechos no están todavía desarrollados totalmente, ni tampoco a una mujer que tenga pensado ser madre. Tampoco se aconseja a mujeres con sobrepeso.

Como cualquier otra operación, esta también tiene sus riesgos y complicaciones, por lo que debe realizarse solo cuando otros métodos no funcionan.

¿Qué otros métodos hay?

Antes de pasar por quirófano hay que trabajar la autoestima e intentar que la mujer quiera su cuerpo tal y como es, y esto serviría tanto para mujeres con pecho pequeño como grande. Para conseguir esto a veces es necesario la ayuda de un psicólogo.

También se recomienda practicar deporte. En algunos casos la práctica regular de una actividad deportiva ha ayudado a mujeres a corregir la postura y reducir el dolor que les producía tener los pechos grandes. En cuanto a las rozaduras y heridas, se pueden utilizar polvos o cremas.

Y, sobre todo, no hay que olvidarse de los sujetadores. Un sujetador cómodo y del tamaño adecuado puede ayudar a mantener el pecho más firme y hasta a corregir la postura.

Estos métodos pueden ayudar a reducir el problema, pero cuando el dolor persiste y nada de esto funciona, lo mejor es pasar por quirófano para ganar en calidad de vida.

En caso de pasar por quirófano, lo más aconsejable es dejarse asesorar por el médico en cuántas tallas reducir el pecho. Lo ideal es reducirlo a una medida que pueda eliminar los problemas de salud, ni más ni menos.

Como ves, tener el pecho grande puede llegar a ser un problema importante para una mujer.


Tomado de: www.curiositemujer.com

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